Son las crisis sociales, económicas, sanitarias o industriales, las que nos hacen avanzar y fortalecer nuestras empresas, gracias a la gestión del conocimiento que aportan los procesos de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva VT&IC del entorno externo y que repercuten directamente en la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) de nuestros productos y servicios.
Edward de Bono, el inventor del conocido método del “pensamiento lateral”, decía:
Si no decides tu futuro según tu criterio, alguien o algo lo decidirá por ti
Afortunadamente, cada vez hay más directivos que tienen claro que una pequeña inversión en sus departamentos de gestión del conocimiento aumenta la innovación en el ADN de la empresa y propician capacidades de inteligencia para mitigar los riesgos y facilitar las oportunidades comerciales, adelantándose a nuevos escenarios y fortaleciendo la I+D+i.
Ya comentamos cómo diseñar un equipo de VT&IC, haciendo hincapié en que los analistas de inteligencia son la pieza fundamental y deberán liderar este reto aportando todo el conocimiento, rompiendo los silos de información e involucrando a los departamentos de toda la organización. Específicamente también deben ser capaces de evaluar la calidad de la información y tener las habilidades y la experiencia para comprender lo que necesita el negocio.
Hace poco leía que en enero de 2020 una empresa de tecnología de servicios financieros globales Fiserv disponía de un equipo de analistas que comenzaron a observar las primeras señales de advertencia de la aparición de un nuevo virus en la capital de Wuhan, China. El equipo trianguló fuentes de información y aplicó su mejor juicio analítico basándose en indicadores tempranos y comparándolos con brotes históricos, como el SARS. El análisis reveló que una enfermedad potencialmente importante había aparecido.
Gracias a las evaluaciones de escenarios sobre el posible impacto humano y económico pudieron invertir en equipos de protección para el personal desde el principio y mitigar los riesgos mediante la transición rápida al trabajo remoto y cancelar los viajes.
¿Por qué Fiserv se anticipó correctamente el riesgo inminente? Porque contaba con un equipo de análisis geopolítico dedicado y de confianza, que realizaba diariamente el trabajo de inteligencia, analizando el horizonte y manteniendo informados a los altos directivos sobre el riesgo creciente y las consiguientes implicaciones comerciales.
Para poder implantar con éxito el proceso de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva, además de tener alineada a la dirección con estos objetivos e identificado a los analistas como hemos visto, es imprescindible establecer un proceso sistemático mediante el uso de metodologías adaptadas, que utilicen fuentes de información de calidad y buenos análisis con herramientas profesionales.
Este proceso se lleva a cabo con las siguientes fases:
- Diagnóstico: identificación de los factores críticos de vigilancia tecnológica dentro de la compañía. Para ello se alineará con el plan estratégico de la empresa.
- Identificación de necesidades: definición de fuentes de información y palabras clave, de acuerdo a los factores críticos a vigilar, relacionados y adaptados a los productos y servicios
- Diseño e implementación del sistema adaptado a la empresa: contar con una Plataforma Tecnológica de Vigilancia y de Gestión del Conocimiento. Definición de la metodología de recuperación, análisis, explotación y difusión de los resultados mediante productos.
- Puesta en marcha: implantación en la compañía y formación sobre el funcionamiento.
e-intelligent cuenta con un equipo de profesionales altamente especializado en apoyar a las organizaciones en sus acciones de implantación.
Si quieres conocer un poco más sobre como montar una unidad de Vigilancia, puedes ver este video.
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